Sin más dilación, qué mejor forma de recuperar el ritmo de las publicaciones que hablando de nuevo sobre Lana del Rey. Acostumbrados como estábamos a sus videoclips caseros (ella misma los editaba) ha sido una auténtica sorpresa ver la obra maestra que nos ha regalado Yoann Lemoine. Como bien sabréis, le adoro. Todo lo que hace este chico tiene, de alguna forma, un pequeño hueco reservado en mi vida.
Esta vez nos ha sorprendido con preciosos planos del Château de Fontainebleau, acompañados de ese maravilloso uso de las sombras. La historia, por supuesto, tampoco deja indiferente a nadie: como bien dice su título, hemos nacido para morir, y de eso se trata, de cómo la chica recuerda a su enamorado una vez muerta, al menos ésa es la interpretación más literal que pueda hacerse de la letra: "Feet don't fail me now. Take me to the finish line. Oh, my heart it breaks every step that I take, but I'm hoping at the gates, they'll tell me that you're mine".
Aunque pueda sonar todo un poco tétrico, me parece una preciosa manera tanto de componer una canción de amor, como de plasmar esa historia de una forma visual. Además, los que ya seáis fans de Lana sois conscientes, como yo, de la estética live fast, die young que tiene esta mujer. Por tanto, un aprobado para la dirección y la historia de este videoclip.
Espero que paséis todos una feliz noche con Lana del Rey y otros muchos de vuestras listas de reproducción.